El ‘Netflix del óptico’ que trata disfunciones visuales con juegos 3D personalizados
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Nuestros fundadores, Eva García Ramos y Juan Carlos Ondategui-Parra, explican en una entrevista en EL ESPAÑOL cómo WIVI Vision ha revolucionado el concepto tradicional de los tratamientos ópticos:
La pandemia ha aumentado el deterioro de la visión en millones de personas. La sobreexposición a las pantallas durante el confinamiento y el aumento del teletrabajo han disparado el número de pacientes que aseguran no ver bien y que, con la tradicional graduación, no halla solución a sus problemas.
Hasta la fecha, la visión se abordaba mayoritariamente desde la vertiente de la óptica, aquella que permite compensar las deficiencias del usuario a través de unas gafas. WIVI Visión ha revolucionado este concepto tradicional en tratamientos ópticos con su plataforma que incide en la parte neural y cognitiva de la visión.
La parte cognitiva de la visión también influye en la salud visual
«El 98% de los tratamientos para abordar las deficiencias en la visión se centra en la óptica. De ahí, que sólo el 2% de los pacientes que sufre algún tipo de disfunción cognitiva es tratado», ha explicado Juan Carlos Ondategui, cofundador de WIVI Visión.
Este es el campo de acción de WIVI Vision que, apoyada en big data, inteligencia artificial y algoritmos cognitivos, brinda ayuda clínica a los especialistas para evaluar las capacidades del sistema visual.
«Se trata de facilitar al especialista un Netflix de la visión, en el que vamos incorporando nuevos servicios, pero él accede y lo ve donde antes, de forma muy fácil», ha recalcado Eva García, cofundadora. Binocular, lectura para niños y síndrome visual informática, son ya algunos de los servicios activados.
«Somos el fisio de la óptica. El usuario va corrigiendo sus disfunciones visuales como si estuviera jugando a los videojuegos»
Eva García Ramos, CEO & Cofundadora de WIVI Vision
El equipo de WIVI permite simplificar el tiempo de evaluación del paciente y en tan sólo diez o doce minutos, según la severidad del caso, se puede tener un diagnóstico. «La tecnología desarrollada detecta el origen de esos picores de ojos, lagrimeo y molestias que el paciente sufre y que no se corrige con unas gafas», ha insistido Ondategui.
En esta línea, Wivi da un paso más allá. «Nuestra innovación no se circunscribe en un equipo que realiza un diagnóstico ajustado de qué deficiencias visuales hay en la parte neural y cognitiva, sino que ofrece un tratamiento, fácil para el óptico y para el usuario», ha insistido el cofundador.
La propuesta de la startup pasa de aplicar los tratamientos tradicionales basados en «lápiz, papel y cartulina» a desarrollar un innovador juego visual que corrige esas disfunciones. «Somos el fisio de la óptica. El usuario va corrigiendo sus disfunciones visuales como si estuviera jugando a los videojuegos. Detrás hay una tecnología muy compleja y específica, pero ni el especialista lo percibe, ni el usuario», ha puesto de relieve la cofundadora.
De esta manera, WIVI sirve como complemento idóneo para la evaluación cognitiva en los chequeos habituales. Las sesiones de entrenamiento de la visión se realizan en los centros ópticos y tienen una duración de unos 20 minutos. «Hemos logrado reducir a dos meses y medio la solución para deficiencias visuales que antes tardaban en corregirse entre seis y siete meses con terapias tradicionales», ha matizado Ondategui.
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